Solamente, una vez en mi vida,
asistí a un velatorio:
La mamá de una amiga.
Éramos casi niñas.
Rostros graves.
Voz baja.
Susurros.
Y en el cuarto del fondo
-tapados los espejos y las risas-
muchas flores, los cirios y la muerte.
Lentamente,
ascendieron de tono las palabras:
Uno contó una anécdota.
otro aventuró un chiste
y la risa corrió, a borbotones.
Mi amiga y sus hermanas,
totalmente vestidas de negro,
repartían bebidas y dulces
y poco a poco
se unieron al "ambiente"
Yo -lo recuerdo bien-
me apené muchísimo...
Pero, luego pensé: Por que?...
La mamá muerta,
será mas feliz si las ve alegres.
Mis queridos
Hace 4 horas