
CANTÁBRICO
Había una bruma luminosa
y una espuma de nata
en las olas.
Había una espada de sol
que rompía
la tiniebla abisal
de las distancias.
Había
el perfil de una isla cercana
y en lo alto un faro.
Y había dos niños
que jugaban,
construyendo de arena
una fugaz arquitectura.
TANTO AZUL
Es el mar.
Confidencias de la luz
con la tiniebla.
Infinidad de veredas secretas.
- hay niños en la playa
remontando cometas -
Otoño despertando.
Un viejito al completo
- bastón, gafas, bufanda,
y temblor en las manos -
pasea
renqueando por la arena.
Indóciles gaviotas
profanan el silencio.
Es el mar.
El ocaso.
Tus manos.
Mi cintura...
Nunca ya,
volverá ningún verano,
a traer tanto azul,
tanta locura.
