lunes, 29 de noviembre de 2010

DIPLOMA Y SONRISA



... Y después de recoger el diploma y el cheque...



... una sonrisa para todos vosotros.

viernes, 26 de noviembre de 2010

MIS POEMAS : TESELAS PARA EL OTOÑO




Nocturno para dos.
La magia en los detalles.
La música. El abrazo.
Un sorbo de licor.
La urgencia de tus manos...

Y un poco más de luz,
de luna oscura.


**********


El mundo sólo es
polvo de estrellas.
Ayer,
es la nostalgia de un adiós.
El amor
sueño, química, locura.

Mañana es un velero
a punto de zarpar.


**********


Se está yendo noviembre.
Y lluvia.
Lluvia sobre mis ganas de ti.
Sobre tus ganas de mí.

Sobre las farolas sin sombrero.
Sobre los corazones sin sol.

Lluvia que desea ser música.
O tal vez voz. O acaso llanto...


**********


Estás en el limbo - decías -
cuando me veías ensimismada.
Y allí me refugiaba
cuando tus ojos no me sonreían.

Ahora, que ya no existe el limbo
y tú ya no estás,
dónde podré esconderme?...

martes, 23 de noviembre de 2010

POEMAS DE AYER




QUIERO QUE ME DEVUELVAS


Quiero que me devuelvas
el rumor de la lluvia.
El olor a fresquito del alba
y la fe deshojada.

La agenda azul,
donde anoté tu dirección
aquel otoño.

El hueco de tus brazos,
donde apoyé mi alma
cuando la añoranza.

Devuélveme
los vuelvepronto
y los tencuidado.
Los tequiero y los tenecesito.
Y aquellos clandestinos
viernes juntos.

Quédate tú,
con las coordenadas
de mi espacio.
Con la nostalgia
de las cosas que no hicimos.

Con los trocitos de metáforas
que quedaron
prendidos en la almohada.

Con todas tus contradicciones.

Con el humo que queda
del amor que tuvimos
y se apagó lentito...

Quédate,
con toda mi incondicionalidad.



viernes, 19 de noviembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL RELATO DEL MES



CLAVELES PARA EVA


Durante las vacaciones de aquel indolente verano, yo trabajaba como recadista en una tienda de flores. El dueño, el señor Z. era un viejecito jovial y bondadoso, de ojos azules y cabello totalmente blanco. Parecía un enano de relato infantil.

Aquella tarde preparó con especial esmero, el más hermoso clavel rojo. Con una ramita de helecho, lo envolvió en un suave papel de seda y lo colocó artísticamente, en una caja larga y estrecha. La puso en mis manos y me dijo: "A las seis en punto".
Señor - le hice notar tímidamente - creo que se ha olvidado de la tarjeta...
Me miró por encima de sus gafas, y me respondió con una pícara sonrisa: La persona que lo envía, desea permanecer en secreto.

Me encantaba llevar flores a Eva. Era una chica especial, bonita y encantadora. Pero estaba pasando por una situación muy triste. Cuando meses atrás, el hombre con el que estaba comprometida, la dejó plantada para casarse con otra, todos sin excepción, en nuestra pequeña ciudad-pueblo, la compadecieron sinceramente. Y censuraron indignados, la conducta del chico. Mi madre, por ejemplo, dijo que todos los hombres eran iguales, y que merecía ser apaleado públicamente.

Eva era una chica especial, bonita y encantadora. Pero ese fracaso la hundió literalmente.Se encerró en casa, rompió con todas sus amistades y dejó de asistir a fiestas y reuniones. Estaba decidida a dejarse apagar lentamente. O en el mejor de los casos, a convertirse en una antipática y aburrida solitaria...


Cuando aquel viernes le entregué la caja con el primer clavel, parecía una sombra. Me miró con indiferencia. Es para mí ?... Tomó la caja con desgana y cerró la puerta enseguida como avergonzada de que la viera.

Viernes a viernes, hiciera sol o lloviera a mares, yo seguí llevándole el clavel rojo. A las seis en punto. Primorosamente presentado. Y siempre sin tarjeta.

Poco a poco fui notando un cambio en ella. Ahora, se detenía a saludarme y a darme las gracias. Aparecía mas cuidadosamente peinada y vestida y empezó a sonreír al hablarme.
Poco después comenzó a salir, a frecuentar amistades, a asistir a reuniones...


Esa noche, cuando entró sola, en la velada de baile, todos los ojos se volvieron hacia ella con simpatía. Verdaderamente se alegraban de su cambio de actitud.
Sonrió a todos , con la cabeza erguida y con cierto aire de desafío, hermosa, con su clavel rojo prendido con naturalidad en su vestido color turquesa.

Yo volví a mis estudios. Y al siguiente verano, seguí entregando claveles a Eva. Pero ahora, sí llevaban tarjeta.

lunes, 1 de noviembre de 2010

MIS POEMAS : IN MEMORIAM



EN ALGÚN LUGAR



A veces
se quedaba mirando
sus manos,
tercas, de tanto acariciar.
De tanto y tanto
aprisionar la vida.

Cuando el alba,
ella ya estaba en pie.
El fuego ya encendido.
Las ventanas al viento
para atrapar el sol.

Se deslizaba leve
por la casa,
llevando, dando,
poniendo en orden.

Regaba los malvones
y cantaba
con una voz de viento
y de rumor de mar.

Un día
se descubrió cansada.

Recorrió su memoria
para hacer inventario
y contempló
el libro de su vida,
como una suma
interminable,
que llegaba al total.

Se sentó en la mecedora,
y comenzó a morir...

Y el viento la llevó
hacia arriba
cogida de la mano.

Y en algún lugar,
se abrió una puerta...