domingo, 26 de julio de 2009

DESDE MI ÁTICO



Desde mi ático, el cielo sobre Donosti es diferente...

Lo veo abrazarse con el mar, rojo-naranja a la hora del crepúsculo. Cuando el sol fugitivo pinta colores en las velas y mástiles y botavaras ensayan ideogramas entre las nubes.

A la hora que regresas y tus brazos me persiguen, aprisionándome en cualquier rincón de la casa.

Después llega la noche, arropada en una suave brisa salada. Cara al cielo, confundo gaviotas con estrellas, mientras tus manos rondan mi cuerpo. Y nuestras palabras, hechas murmullo, escapan al aire enredadas en caricias.
Bajo la oscuridad, adivino tus ojos recorriéndome y siento tu piel que me envuelve, mientras las nubes se persiguen detrás de las cortinas y el viento que se cuela, nos regala olor a sal y a caracolas.

A veces, me gusta escapar de tus brazos y quedar a solas sobre la balaustrada. y entonces, en esa calma, siento que me hablan las estrellas y casi alcanzo a tocarlas con los dedos del alma...

Muchos metros abajo, el asfalto brillante de luna. La silueta de un vagabundo que garabatea su soledad. dos enamorados que demoran eternamente su abrazo. El ronronear de una moto, que hace añicos el silencio...

También por las mañanas, el cielo desde aquí es diferente. Saetas de luz, atraviesan la bruma que se distrae en el monte, y se difuminan en el increible, insondable azul... mientras afuera, la vida camina bulliciosa disfrazada de colores, de voces multilingues, de ritmo de verano y vacaciones...

Tardes, noches, mañanas... Desde mi ático, el cielo sobre Donosti es diferente.

viernes, 10 de julio de 2009

UN POEMA DE ANA MUELA SOPEÑA



VAGABUNDA


A veces
emitía un sonido de sirena
en sus paseos solitarios.

Buscaba en las basuras,
intentaba entender los jeroglíficos,
los abrazos de plata,
la belleza de un mundo en extinción.

Vagabunda,
código de niebla
sumergido entre claves imantadas con
sílabas.

Esa mujer corría por grutas entre sueños
hacia un sol primigenio de rayos arcoiris.

A veces emitía un eco de ultratumba.

Se la llevó un espectro
hacia un espacio errante, sutil como la
lluvia.

Ana Muela Sopeña.


De su blog http://www.laberintodelluvia.com/