Hay nubes que parecen
dragones escarlata,
allí,
donde el crepúsculo.
Son
estas tardes de otoño
casi azules.
Aún tibias.
La niebla
deambulando por los parques.
La luz
descarrilando en las veredas.
las hojas desahuciadas,
que cubren
de ocres ideogramas,
caminos y veredas...
-Que exacto este silencio-
En la plaza, los árboles
mastican soledad.
Se le van yendo las hojas,
los gorriones.
Los niños
y los enamorados.
La ciudad
desemboca en el mar
ensimismada.
Las farolas sonámbulas,
van ya
anunciando el frío.
Y en cada ventanal
aterriza un deseo
y una estrella perdida.
Son,
estas tardes de otoño
casi azules.
Y aún tibias...