lunes, 12 de abril de 2010
EL RELATO DEL MES : UN COCODRILO EN MI VIDA
Como de costumbre, llegué tarde a casa. Como de costumbre, sola. Tal vez, un pelin bebida...
Al encender la luz del salón, descubrí unos ojos acuosos de color ámbar, que me miraban fijamente desde los almohadones del sofá. No podía creerlo: era un cocodrilo... Un pequeño cocodrilito de larga cola verde, ojos saltones, reluciente piel y una boca enorme que exhibía unos dientes afilados.
Tenía entre sus manos, ¿jugaba tal vez? el ovillo de lana de la bufanda, que yo aquellos días, estaba tejiendo.
Quizás fue mi grito o mi cara de asombro, lo que lo asustó, pues en un instante se perdió de vista; se escabulló sin dejar rastro.
Busqué debajo del sofá, debajo de la mesita, entre los cojines de las butacas, en la biblioteca... pero del bichito, nada.
Estaré soñando, me dije, Y como estaba demasiado cansada, me fui a dormir. Aunque, por si acaso, inspeccioné de arriba a abajo mi dormitorio, sin ningún resultado... Así que, "bonne nuit, le petit crocodile" , y me sumergí de inmediato en un profundo sueño.
Sobre las ocho, me despertó el sonido del despertador. Me despegué de las sábanas de un brinco y mirando con odio el reloj, me lancé a la ducha a trompicones, peleándome con los ojos y con las paredes...
Al abrir la puerta del baño, descubrí sobre las baldosas del piso, unas huellas que me hicieron recordar de golpe, el hallazgo de la noche anterior. También había huellas en el pasillo, en la cocina y en la terraza, entre los macetones de gazanias y malvones... Pero aunque busqué minuciosamente por todas partes, no pude encontrar "el cuerpo del delito".
Salí para el trabajo. El incidente me tenía nerviosa e impaciente, pero no comenté nada a mis compañeros de oficina. Ni siquiera después, a mis amigos.
Cuando volví a casa, entré de puntillas, sin hacer el menor ruido. Nada en el salón. Nada en el dormitorio... Pero a la tenue claridad de la luna que se colaba por la ventana de la cocina, pude ver una sombra alargada que se deslizaba urgente por el suelo de baldosas rojas. Giré el interruptor : Todo silencioso y vacío. Las puertas de los armarios estaban cerradas y todo en orden... Dónde diablos tendrá su escondite?
No hay duda : Un intruso se ha colado en mi casa. Y en mi vida. Pensará quedarse?
A veces, de madrugada, en el desasosegado silencio del insomnio, oigo ruidos por el salón, o por el pasillo. Sé que es él; el pequeño cocodrilito que quiere advertirme que aún sigue ahí.
Y al atardecer, cuando con mi libro favorito, me siento frente al ventanal, siento fijos en mi espalda unos ojos que adivino acuosos y de color ámbar. Pero ya ni me doy vuelta, convencida como estoy, de que no voy a descubrirlo.
Y sigo con mi vida rutinaria, con la permanente sensación de que "alguien" vigila todos mis movimientos.
Aún no he dicho nada a nadie. Acaso iban a creerme?...
Pero, eso sí, en casa no he vuelto a ver ni una mosca. Ni siquiera las polillas que en las calurosas noches de verano, se precipitaban alocadas, sobre la lámpara del porche, y la de la terraza.
Esta mañana, sin embargo, me enojé muchísimo, cuando me encontré la pecera vacía : mis pececillos de colores, regalo de un amor que tuve, habían desaparecido. El muy reptil, se los habrá devorado?...
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Hoy, a mediodía lo escuché en el telediario : La policía de mi barrio, se devana los sesos. Buscan a un extraño ladrón que entra misteriosamente en las casas, sin forzar puertas ni ventanas, y se dedica a desvalijar peceras. No toca otra cosa. No se apodera de dinero ni de cualquier otro objeto de valor. No revuelve cajones, ni armarios, como suele hacer, cualquier ladrón que se precie...
"El mundo está lleno de desequilibrados", sentenció el inspector de la policía, al entrevistador de la tele, mientras pausadamente, encendía un cigarrillo.
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Me ha encantado, Soco. Y es curioso, hace años (muchos) escribí un relatillo con el título de un "cocodrilo en el armario". Era otra cosa, pero tenía sus concomitancias on este.
ResponderEliminarBSS.
Yo flipo con la imaginacón que tienes soco... es una cosa....
ResponderEliminarMe ha encantado este relato... quiero maaaaaaaaaaaaas
Besos
Cita
Muy original, te has alejado de tu registro habitual, ¿no?...
ResponderEliminarMe parece interesante y muy bien escrito, voy a leerlo otra vez, para analizarlo ...
Muchos besos y felicitaciones. Su
Yo creo que lo que le pasa a ese cocodrilo es que le encantan tus poemas y aprovecha tus ausencias para leerlos, y, dado que está embelesado con tus versos y no tiene tiempo para salir a buscar comida más sólida, se ve obligado a comerse los peces de colores de todo el vecindario. Solución: guarda tus poemas en un cofre cerrado con llave.
ResponderEliminarMuy simpático el comentario de Arobos, lo cierto es que es un relato muy original y narrado con soltura y belleza. He pasado un rato muy agradable. Gracias.
ResponderEliminarUn buen y entretenido relato.
ResponderEliminarUn besazo artista.
Buena lectura para un buen regreso. Yo, como ton p'tit crocdile, seguiré saqueando tu pecera, esta pecera tan pródiga en colores que nos ofreces.
ResponderEliminarUn saludo mediterráneo y fresquito.
Un bonito relato lleno de frescura y encanto.
ResponderEliminarComo dice Mertxe, siempre nos ofreces cosas bellas.
Un beso. Osvaldo
¡¡que lindura!!, no cabe duda que cuando se es creativo, un pequeño cocodrilo cuasi-invisile, es una maravillosa fuente de inspiraciòn.
ResponderEliminarMis abrazos
Me encantó, Soco.
ResponderEliminarYo sé dónde está: hace algunos años yo tenía varios, pero pasaban más tiempo en la lavadora que en el armario. Y me acompañaban con frecuencia a jugar al tenis.
Un relato con encanto, Soco, es tierno y divertido. Tu visión humorística sobre el extraño visitante (quizá inquilino), me ha hecho pasar un rato muy simpático... Muchos besos.
ResponderEliminarNo sabes lo contenta que me pone visitarte. Me has recordado un cuento genial, infantil, "Yo, cocodrilo".
ResponderEliminarMejor un cocodrilo tan tierno que muchos tipos de personas.
Besos y más besos
Me ha gustado mucho este relato. Original interesante y lleno de magia y de encanto.
ResponderEliminarMe ha dejado buen sabor y una sonrisa.
Gracias
Me has hecho pasar un rato muy agradable.Lo has escrito con mucha soltura y con el ritmo que necesitaba.
ResponderEliminarUn beso
Te felicito Soco por este relato tan interesante y tan simpático.
ResponderEliminarMe he divertido y me parece estupendo, bueno es de esperar de tí
Abrazos. Malen
hola abuela ¿que tal todos por ahi? por aqui tod bien. me ha gustado mucho este cuento, se ve que es tuyo pero tambien tiene un toque nuevo que no te habia yo notado nunca...no se como decirte. y nada, a ver si escribes mas que me estoy volviendo adicta a leerte ultimamente jeje. un beso de parte de todos
ResponderEliminarParecia real, muy buen relato. Un abrazo
ResponderEliminarConfieso nque soy adicto a tu poesía, pero los relatos tambien me gustan, sobre todo si son entretenidos , hermosos y bien escritos.
ResponderEliminarTe felicito. Luis
Me he leido tres veces el cuento, me encanta.
ResponderEliminarTres besos. Inés
Hace mucho que no te dejo comentarios, pero sigo tu rastro y leo todo lo que publicas.
ResponderEliminarEste es uno de los relatos que más me han gustado, es muy original y lleva tu toque de ternura y belleza. Y tus poemas, cada vez mejores.
Gracias por compartir. un abrazo.
Siempre agradecida por vuestras palabras tan cariñosas; por vuestro aliento.
ResponderEliminarY muchísimos abrazos y todo mi amor.