Acaso fue un otoño
trémulo de amapolas
y revuelo de alondras.
Venías por la vida
con los bolsillos repletos
de sueños,
papeles con poemas
arrugados.
Y la mirada errante.
No sabías
que mis labios encerraban
sonrisasnoestrenadas.
Ni que mi corazón
era tan cálido.
Que tus poemas
tenían el poder
de enamorarme.
Que quería
quedarme a vivir
en tu alma de pájaro.
Que podías
desvestir de tus versos
la tristeza,
para hacer florecer
un tiempo nuevo.
No sabías
que podías dejar de ser
itinerario.
Un proyecto de fuga.
No sabías
que te estaba esperando.
Hola, Socorro:
ResponderEliminarAsí es el amor, nos espera escondido entre las hojas caídas... del otoño.
Un abrazo.
Qué hermoso. Amor lleno de dulzura.
ResponderEliminarBesos y amapolas.
Qué evocación dulcísima la de los tiempos en que teníamos los bolsillos llenos de sueños, SOCO.
ResponderEliminarDespués, la vida se encargó de desvalijar los míos.
Abrazosinfin
SIL
Tú sí que lo haces, floreces en cada verso desatando la ternura.
ResponderEliminarBesos, muchos, muchos.
Buenos días, poeta.
ResponderEliminar"No sabías
ResponderEliminarque podías dejar de ser
itinerario.
Un proyecto de fuga"
Genial.
Besos. Javi
el amor ese pícaro duende que nos despeina la compostura y nos suelta las trenzas del deseo
ResponderEliminarbienvenido sea siempre!!!
besitos y luz
Desde este nuestro otoño, "trémulo de amapolas", un gran abrazo para mi poeta favorita.
ResponderEliminarFer
Él traía poemas en sus bolsillos. Eran bombas.
ResponderEliminarBs.
"quería
ResponderEliminarquedarme a vivir
en tu alma de pájaro"
¿puede decirse algo mas bonito?
Mi mesa de luz te da las gracias.
Y un abrazo desde Baires otoñal
así es tan fácil enamorarse... bellísimo.
ResponderEliminarbesos.
Nunca se sabe, querida Soco.
ResponderEliminarY sin embargo ¡qué maravilla cuando llega! Vaciamos los bolsillos, volamos con las alondras, dejamos de fugarnos.
Un gozada leerte, es precioso, el reflejo de la luz que portas.
Te abrazo, tesoro.
Siempre tan íntimos y entrañables tus poemas.
ResponderEliminarQuiero dejar de ser itinerario...
Un abrazo
Magia en las palabras, versos con la luz de las flores y la intensidad de las estaciones.
ResponderEliminarAbrazos
Precioso. Sin más.
ResponderEliminarUn abrazo cálido.
Inma
Las casualidades no existen...
ResponderEliminarQué forma más bonita de describir el camino al encuentro.
Un abrazo enorme, Soco.
Gabon, Soco.
ResponderEliminarCon mi admiración y mi cariño.
Manu
Mi descanso es mucho más placentero con tus poemas.
ResponderEliminarHermosa evocación del ayer.
Besos.
Siempre quiero decirte muchas cosas pero ya sabes, que no sé como decirlas.
ResponderEliminarMe ha encantado y ta dejo un montón de besos. Inés
Le sonrió la fortuna al cruzarse contigo.
ResponderEliminarBesos.
Querida Soco, qué preciosidad! Te lo habré dicho mil veces, pero es que cada verso tuyo es tan claro, tan directo y tan dulce...Eres inconfundible y naturalmente no sabía que tu corazón era tan cálido. Ahora lo sabemos todos.
ResponderEliminarBesos, siempre, poeta.
Una bella historia de amor, real o imaginada, narrada con tu habitual delicadeza y ternura.
ResponderEliminarSiempre aquí. Besos.
Otro más con el toque inconfundible de tu magia.
ResponderEliminarEnganchada a tus versos. Dos besos
Muchas gracias a todos.
ResponderEliminarMe ilusiona vuestra compañía.
Abrazosysonrisas.
Es tan necesaria la mirada de otro para dejar de ser esa mirada errante, y convertirse en algo más sólido que un proyecto.
ResponderEliminarHermoso, como siempre.