
Hablo de un país
que cobijó mis años
mas azules.
Tal vez los mas rebeldes,
los mas irreverentes.
Hablo de Argentina
la amada, la lejana,
la de Borges y el Che.
La de suburbios
plateados por la luna.
La emigrada,
la emigrante
La de la Cruz del Sur.
La de caminos de indios
donde llora la quena su nostalgia.
La de Atahualpa,
Cafrune y Gardel.
La de Cortazar y Alfonsina.
La infinita en su Pampa.
La inmensa, en su Río.
La de eternas madreselvas
en los muros.
La de minas, pebetas y malevos,
la de gauchos de poncho y chiripá.
La del hotel
de la calle Corrientes
y aquel bar
del barrio de la Boca.
La de nostalgias-tango-y-arrabal.