domingo, 30 de abril de 2017
Poemas de ayer : Indiecita guaraní
Koembiyú era liviana,
diminuta.
Su piel color cacao
y sabor sutildulce de la yuca.
Su voz tenía
el sonido andino de la quena.
Era maiz dorada,
muñequita de lana teñída.
No conocía el mar.
Me enseñó en guaraní
unas cuantas palabras:
Amiga. Río.
Árbol.
Estrella. Nube.
Pájaro...
que laten cada día en mi recuerdo.
Como tantos niños guaraniés,
estaba condenada
inexorablemente,
al destierro de estemundoroto.
Se la llevó una estrella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dios mio, que triste, pero que dulce y hermoso. Y que tuyo.
ResponderEliminarBesos, a miles
Pájaro que triste vuekas
ResponderEliminarsin desteñirte de cielos!!!
(hermoso, Socio)
Besos
su voz tenía
ResponderEliminarel sonido andino de la quena"...
ese sonido triste del indio. Que bello poema, Soco.
Te abrazo fuerte
Pero sólo en el sueño del mundo que sueña que vive una realidad...
ResponderEliminarKoembiyú sigue "presente".
Abrazos, Soco.
Mucha ternura en este poema dulce como el sonido de la quena.No pudo haber mejor compañía que la de una estrella para la partida de tu indita guaraní.
ResponderEliminarAbrazos
Koembiyú, qué sonido tan de raíces, qué cántico a la naturaleza y cuánta tristeza en estas palabras, Soco, cuánta alegría amputada, cuánto futuro sin mañana. A veces, muchas veces, deberíamos tener el poder de asesinar los relojes y revertir el tiempo, el poder de salvarnos de nosotros mismos porque, intuyo que Koembiyú tenía un libro por escribir y fuimos nosotros, en parte, los que le robamos la tinta.
ResponderEliminarGracias por estos sentimientos que entregas, Soco.
ResponderEliminarDuele pensar como están viviendo esas pobres gentes indígenas, despojados y arrojados de su tierra. Todos los niños del mundo tienen derecho a ser felices.
Mi abrazo y cariño.
ResponderEliminarQuerida Soco, hace unas horas regrese de Misiones y te digo que muy poco han cambiado la vida de los descendientes de aquellos guaranies de hace años. Siguen viviendo de sus artesnias y muy pobremente. Los gobiernos les dan subsidios mensuales, pero no les enseñan a educarse para vivir mejor, es como decirle, tomen este dinero y déjenme tranquilo.
mariarosa
Lo que son las cosas, aquí de viaje por mis pagos, en Goya, Corrientes, en medio de la mesopotamia argentina, paladeando ahora tus dulces bellos versos e imágenes "en guaraní".
ResponderEliminarAbrazo chamiga Soco, lo que son las cosas, no?
triste realidad
ResponderEliminarpueblos originarios , sucumben ante el desarrollo o se hace ghettos subsidarios
abrazos
a
ResponderEliminarPues sí, Carlos y Maria Rosa, a veces ocurren curiosas coincidencias. Hace mil años, anduve por esas zonas, Córdoba, Misiones, Corrientes, Río Negro... y pude conocer la situación penosa -por decirlo suave- de los pueblos indígenas...
Pero , sabeis algo muy positivo? Nunca conocí, en ningún otro lugar, niños mas felices y mas niños, a pesar de todo...
Abrazos para cada uno "en guaraní"
ResponderEliminarSolo decirte que estoy acá triste y emocionado. Lo demás ya lo sabes
Gracias
ResponderEliminarJ'adore ton poéme. Bisous.
Este poema es, además de precioso, una llamada a la conciencia pues así viven miles de personas en este mundo.
ResponderEliminarMe has llevado a otras tierras, Soco, donde también se le llevó una estrella.
Besos.
Y ahora brilla en el cielo.
ResponderEliminarBesos.
ResponderEliminarEspecialmente tierno y delicioso, pero tan triste...
Abrazo grande, Soco
Impecable, como todas tus letras, Soco. Yo también tuve algunos alumnos uruguayos. Con un abrazo.
ResponderEliminarSalud.
Jo...
ResponderEliminarMe voy roto.
El poema me ha dejado KO.
Besos.
Tu poema nos emociona, nos tambalea, nos hiere...
ResponderEliminarY es tan dulce y hermoso...Koembiyú, fue a sus orígenes, allí será feliz.
Besos tristes, Soco
ResponderEliminarHace poco tiempo leí un artículo donde se hablaba de la extrema pobreza en la que viven los grupos indígenas en Argentina. Maria Rosa también lo confirma. Es vergonzoso.
Gracias por tu precioso y desolado poema. y mil besos
ResponderEliminarUna verguenza histórica y que se ha prolongado a lo largo de los siglos. Ahora mismo, la mayoría de esos niños, cargan el destino de nacer, enfermar y morir pramaturamente. Así de terrible.
Besos, Malena, hasta tu otoño
Despertar conciencias para lograr una vida mejor.
ResponderEliminarUn delicado y triste poema que te ha inspirado la luz de esa estrella que aún brilla en el cielo.
Te dejo un fuerte abrazo.
kasioles
ResponderEliminar"Era maiz dorada". "No conocía el mar"... Cuanta ternura y cuanta belleza en tus versos. Cuanto amor...
Gracias y besos
Sigue siendo estrella a través de tus versos, anidando en tu alma
ResponderEliminarHay seres maravillosos, que dicen todo en una mirada
hoy sin verla, la vi
ese es el mismo amor que anida en ti, Soco
Mi abrazo en la noche , tras la lluvia ahí siguen brillando estrellas
Se la llevó una estrella
ResponderEliminary desde allí brilla para ti
y ahora para nosotros
Luz&Estrellas
Isaac
Bello, tierno y triste pero sinceramente lleno de gran conciéncia.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Es un poema triste, pero precioso, lleno de la sensibilidad finísima a la que nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn abrazo grandote.
Ternura y belleza a raudales.Precioso ese final.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias y cariños para todos.
ResponderEliminarBonitos sueños
Conmovida ante tanta ternura pintada de colores. Río, Agua, belleza y esa estrella desde donde la indiecita contempla este mundoroto.
ResponderEliminarMaravilloso poema, Soco.
El retrato que haces de ella está lleno de dulces trazos que salen de tu gan corazón... también es dulce tu forma de decir como su inocencia vital se convirtió en luz universal... y ya me callo, que no quiero emborronar lo que tu buen corazón vonvirtió en instantanea para la reflexión...
ResponderEliminarAbrazo