Los dos
son muy educados.
El salón de la casa. Ella teje.
Dos ovillos - blanco y negro -
bailan en un cestito.
Hay rosas rojas en una mesita.
Él mira la tele.
A menudo alarga el brazo
y acaricia la nuca - la de ella -
Ella sonríe. Lo mira y sonríe.
Él saca un cigarro.
Lo enciende.
El humo toma el espacio vacío.
Se adueña. Se expande.
Se recrea. Se demora.
Se queda...
Ella tose:
Podrías ir a fumar afuera.
- susurra -
Él apaga el cigarro
con un gesto de amable concesión.
Y el humo queda allí a mirarlos,
tranquilo...
Hay rosas rojas sobre una mesita.
Ella mira el reloj. Se levanta.
Sonríe.
Qué quieres para cenar ?
Los dos son muy educados...
La monotonía es la muerte de las nuevas ilusiones, el luto adelantado y la tumba abierta a la alagría. Una caricia por sistema es como el roce molesto de un zapato en un hermoso pie.
ResponderEliminarBello relato amiga Soco. La verdad que me me recuerda a la noria que dando vueltas y más vueltas; siempre está metida y centrada en su eje. Los espacios son lugares para indagar, buscar usar y escudriñar.
Besiños desde mi Ferrol(Galicia)
Rosa María
¡Uf, demasiada educación huelo!
ResponderEliminarNo llegará ese humo muy lejos.
Mi querida Soco, eres una delicia.
Me parece que se trata de una pareja que ha pasado mucho tiempo juntos, que han conservado la amistad...quizá la pasión se perdió pero que existe el cariño y respeto que se adquiere al vivir toda una vida juntos.
ResponderEliminarMuy bello, dejas que cada quien interprete.
Saludos abrazo, te quedó lindo.
Me parece que se trata de una pareja que ha pasado mucho tiempo juntos, que han conservado la amistad...quizá la pasión se perdió pero que existe el cariño y respeto que se adquiere al vivir toda una vida juntos.
ResponderEliminarMuy bello, dejas que cada quien interprete.
Saludos abrazo, te quedó lindo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHoy he encontrado tres poemas que, no sólo son estupendos, me han dejado cuadros pintados en la mente.
ResponderEliminarLeyendo tu poema, querida Soco, he visto las imágenes como si fuera dentro a una película, donde el ritmo acompasado de la cotidianidad, queda suspendido como el humo, en espera del huracán que rompa tanta densidad.
Como siempre tu poesía me deja prendido, vuelvo a leerla.
Besos.
Leo
Demasiada educación y poco sentimiento. Creo.
ResponderEliminarMe parece un poema buenísimo. Bajo la apariencia tierna y educada veo una tremenda denuncia, ante la desconsideración y el egoísmo del fumador activo...
ResponderEliminar" el humo toma el espacio vacio.
Se adueña. Se expande.
se recrea, Se demora,
Se queda..." Me parece genial
Besos para vos. SU
"Él apaga el cigarro
ResponderEliminarcon un gesto de amable concesión"
Desconsideración e hipocresía teñida de educación. denuncia y fina ironía. Como siempre me sorprendes y me dice mucho y bonito. Fer
Retrato fiel y verosímil de la cotidianidad y la costumbre. No sólo entre parejas. Podría incluso ser un monólogo. Impecable y delicioso como todo lo tuyo. Besos para ti, Soco.
ResponderEliminarEscena cotidiana. Hay humo y ella tose.
ResponderEliminar¿educación o sumisión?
El fuma, solo apaga cuando le insinuan
¿educación o dominio?...
Un poema magnífico, muy bien presentada la escena.
Marta
Estupendo tu poema, Soco.
ResponderEliminarMucha educación....poca pasión.
Es casi como un film!
Un abrazo. Migli
Me recuerda lo de "porque te quiero te aporreo"
ResponderEliminarEs muy común el abuso contra los fumadores pasivos, que por no atreverse o por "educación" soportan el mal que les están haciendo.
De una manera delicada, sutil, y fina ironía, lo describes en este poema.
Besos sin humo. Osvaldo
Haces que vea la monotonía en un poema sencillo.Versos con imágenes.
ResponderEliminarBesos
Veo quemarse el tiempo entre tristeza amable de quién se a dicho ya todo.
ResponderEliminarMe gustó Soco, muxus
Este poema es como un cuadro pintado con cuatro hermosísimos brochazos. Esa es la escena cotidiana, dibujada en sus rasgos más llamativos. Cada cual la observa y la interpreta a su leal saber y entender. Como siempre, una maravilla de versos.
ResponderEliminarComo una estampa de costumbres, el tiempo se teje y se quema, al igual que un viejo film en blanco y negro... precioso poema de rutinarias caricias y tareas. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarMe sorprende el poema, Soco, tan narrativo. Y me gusta.
ResponderEliminarMuxu
En realidad más que una escena es un corto, lo he visto, con todo detalle. Lástima que la educación apuntale a veces lo que ya se derrumbó.
ResponderEliminarBesos multiplicaos ;-)
Pero qué maravilla, Soco, amiga mía. Es tan difícil hacer algo así. Dice más en lo que no dice y enseña que en lo que dice. Es una barbaridad el poema. Es tremendo. Me encantó.
ResponderEliminarBesos.
El amor pasa por distintos estados durante la vida, yo lo veo perfecto. Besos
ResponderEliminarGenial. Me encanta. Muchos besos
ResponderEliminarUn poema casi visual que sugiere mucho mas de lo que dice.
ResponderEliminarla mujer que asume el humo que le hace toser, como una parte de la convivencia y el hombre insensible que se aprovecha por comodidad de esa sumisión. Como dice Juanma un poema tremendo. Un placer.
Luis
Me ha gustado mucho este poema que describe una escena aparentemente normal, pero con la presencia de ese humo que los domina. Yo sé mucho de eso...
ResponderEliminarAbrazos y geacias. Inma
El paso del interès al aburrimiento,suele estar escarchado y ser àspero,
ResponderEliminaraunque a veces-con frecuencia- queda cubierto
por la indiferencia...
abrazos
A veces la "educación" impide decir lo que se siente...
ResponderEliminarEsre poema sugiere mucho, me ha encantado. Mikel
Fíjate, mientras leía, tenía en la cabeza 'Le déjeuner' de Prévert. Aquél, cruel en la forma; y éste peor, mucho peor, porque es cruel en el fondo.
ResponderEliminarSoco, hermosa mía, has sido un nuevo placer.