martes, 17 de julio de 2012
He perdido un poema
Otra vez
he perdido un poema.
Lo encontré esta mañana
deambulando,
entre las margaritas del jardín.
Ensayando piruetas
entre los tulipanes.
Descarrilando
en una gota de agua,
hasta el cantero de las amapolas.
Después
lo vi escuchando atento
los musicales silbos de los pájaros
que tienen su nido
en los abedules.
Corrí a escribirlo
antes que se escondiera,
pero de pronto,
y sin avisar...
Se fue
en las alas de una mariposa
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Sucede, mi poeta.
ResponderEliminarVemos el poema, lo tenemos, es nuestro...
pero se nos escapa.
Precioso.
Marcelo
Hola, Socorro:
ResponderEliminar¡Qué bonito..! Un poema convertido en mariposa por obra y gracia de tu maravillosa inspiración.
Un abrazo.
Qué chulada. Es bellísimo.
ResponderEliminarDos abrazos.
Yo creo que nunca se te va a perder un poema, porque tú eres uno de ellos.
ResponderEliminarUn beso.
Hizo nido aquí, y está rebozando dulzura.
ResponderEliminarbesosybesos
SIL
Anda jugando contigo, pero , ya ves: te deja un poco y se va, para volver más tarde.
ResponderEliminarQué hermoso, Soco.
ResponderEliminarMe ha iluminado la mañana.
Creo que los poemas te adoran...
Frágiles relámpagos hechos inspiración, y es que existen ojos que ven…poesía, donde otros solo ven o ni siquiera ven la natura mágica…
ResponderEliminarPerdemos poemas en un santiamén, Soco. Los que mejor se pierden son los que vuelan libres en alas de mariposas o "ensayando piruetas entre los tulipanes". Los poemas mejor libres que sometidos. Siempre.
ResponderEliminarUn beso.
hemoso todo!!!
ResponderEliminarDescarrilando
en una gota de agua,
hasta el cantero de las amapolas.
el poema se desliza entre aguas y entre ideas, a veces roza nuestros dedos y se eleva a otros cielos, a veces se anida y se queda a parir hijos con nuestros tiempos
besitos y luz
Lirismo y encanto. Deliciosa sencillez.
ResponderEliminarY el ritmo exacto.
Siempre gracias, Soco.
Luis
Tus poemas me pintan una sonrisa en el alma, me hacen ver la vida bonita y llena de magia.
ResponderEliminarMi abrazo más entrañable. Su
Los poemas que pierdes los encontramos los que miramos a las nubes, a veces te lo decimos, otras nos callamos y nos vamos a una esquina donde el sol ilumina el texto mientras leemos en la penumbra.
ResponderEliminarGracias por escribir.
Tan lindo, tanto, que me lo llevo sin remedio.
ResponderEliminarBesos invernales desde este B. Aires gris.
ay amiga...como sabes llegarme al alma...
ResponderEliminaryo, una vez, perdì un cuento...
mis abrazos
Ha pasado la mariposa por aquí y he podido leerlo.
ResponderEliminarEs precioso.
Besos.
el poema quería se libre y lo consiguió
ResponderEliminarun beso
Como si lo hubiera escrito una mariposa.
ResponderEliminarBesos
Los poemas están siempre contigo. Se te escapan para que los persigas y nos lo cuentes.
ResponderEliminarEs bellísimo.
Mikel
Me alegra tanto leer tus poemas, profe.
ResponderEliminarMe emocionan y me hacen recordar unos años muy felices.
Recuerdos y un abrazo de Msariví. Le dí tu correo porque quiere saludarte y contarte cosas.
Abrazos por miles.
este poema en especial no es uno de mis favoritos, ya sabes que me suelen gustar mas las teselas, pero aun así me a encantado como todos tus poemas.
ResponderEliminarun beso
te quiero abu.
La mariposa eras tú, así que anda escondido entre tus alas.
ResponderEliminarBesos cariñoso, mi querida Soco
Te dejo un abrazo de noche porteña y un gracias enorme. Un placer siempre.
ResponderEliminarFer
Me fascina la naturalidad con la que cuentas las cosas. A mí también se me perdieron varios poemas, pero nunca supe decirlo de una forma tan bella como tú.
ResponderEliminarUn abrazo agradecido.
Con la tarde que empieza acabo mi café y tu poema. Y sumo y sigo, ya sabes que tengo materia de disfrute para unos días.
ResponderEliminarSoco, hermosa mía, que muy buenas sobremesas.
Te deseo lo mismo, querida Mertxe.
ResponderEliminarY para ti y para todos mi agradecimiento y cariño, por compartir mi pasión por la poesía.
Besosmiles.
Gracias a ti, Soco
ResponderEliminarTu pasión por la poesía nos contagia.
Para mi ha sido un verdadero placer descubrirte.
Osvaldo