Me asomo al umbral
de la noche de octubre
y en la niebla imagino
la chispa incandescente
de tu fiel cigarrillo.
Hay temblores de luna
en los espejos.
Silencio en los pasillos.
La brisa trae latidos
de campanas.
Y en la sombra, alguien silba
una canción de olvido.
Hay luces
que palpitan en los charcos
y en mi mente una ruta
de estrellas, de versos
y de pájaros.
Espera.
Impaciencia de ti.
La noche
lenta y sombra se demora.
Un autobús azul, abre sus hojas.
la impaciencia a veces se hace fantasma que nos duele
ResponderEliminarabrazos
ResponderEliminarEn ese autobús azul que abre sus hojas, seguro desciende el causante de tu impaciencia. Bellos versos, creas situaciones con ellos y mi mente vuela y presencia lo que reza tu poema.
mararosa
Siempre tan bellos, tan musicales y elegantes tus Versos...
ResponderEliminarMusu mila, Soco. Eskerrik beti.
ResponderEliminarCreas mundos mágicos de los que cuesta trabajo salir. Se vive en tus poemas.
Flores y besos para vos
Otro alto poema, Soco. Por momentos impecable letra para un tango o un bolero.
ResponderEliminar"La brisa trae latidos
de campanas.
Y en la sombra, alguien silba
una canción de olvido..."
Sí, merecería ser canción. Impaciencia de ti. No cualquier impaciencia.
Abrazos. Me ha encantado.
Adorable, como todo lo que nos regalas. Gracias de nuevo
ResponderEliminarLas leces marcan el camino...
ResponderEliminarBesos.
Un placer pasar por aquí.
En la espera cuando se sabe que vendrá, queda un espacio de impaciencia, para los referentes que hablan de él: cigarrillo, una canción...y también espacios de silencios, memoria de momentos...dura es la impaciencia a pesar de que llegará. Un abrazo desde mis soles colombianos. Carlos
ResponderEliminarQue dulce, apacible y bello. Siempre un regalo tus versos.
ResponderEliminarMis respetos.
No me gusta esperar
ResponderEliminary que me cambien lo que pienso
pero me gusta leerte y ves como escribes en un lienzo
ResponderEliminarQue bonito lo dices Soco.
-Hay temblores de luna
en los espejos.
Silencio en los pasillos.-
Mientras esperas con impaciencia la llegada de él para romper los silencios...
Precioso
Un cálido abrazo poeta
Cuando se ama con ansiedad, se espera con impaciencia... pero la espera valdrá la pena, muy seguramente.
ResponderEliminarAbrazos.
ResponderEliminarAutre fois, délicieux. Chapeau.
Qué palabras tan delicadas!...siento que se posan en el alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD Soco, en mi blog tengo la dirección de mi correo, hazme llegar la tuya para ponernos en contacto. Gracias.
ResponderEliminarSí, Ángela, aquí tienes el mío: socopoemas@gmail.com
(debería tenerlo en el blog, pero soy una despistada irremediable.)
Gracias a ti y besos
Hola, Soco, al leerte me pregunto por qué me gusta tanto lo que escribes si en realidad detesto, o casi, las rimas y tú rimas y las haces asonantes y consonantes como para enrabietarme los tímpanos y si me adentro en tus poemas te empiezo a descubrir, no sólo son las imágenes tan delicadas, tan novedosas, tan tuyas, que creas sino que, y de ahí proviene mi adicción por tus versos, es que haces, quizás intuitivamente, no, no haces sino que creas el ritmo que contagias basándote en los heptasílabos y en los endecasílabos, tan musicales que al menos a mí me enreda como para además centrarme en tu mensaje siempre tan enternecedores y amantísimos.
ResponderEliminarGracias, Soco, es un placer.
Un beso.
La impaciencia ha creado imágenes y las has plasmado bellamente, un paisaje nocturno que se ilumina a través de tus versos.
ResponderEliminarAbrazos socorro.
Jo... qué maravilla...
ResponderEliminarEres puro arte.
El poema es una caricia que acaba en magia de la buena.
Te felicito.
Besos.
Consigues detener el tiempo con tus versos y hacer que viaje hasta aquí enredado en todas esas sensaciones ante la noche otoñal.Todos miramos por las ventanas de la noche cuando la nostalgia nos embarga,pero solo algunos saben ver,como es tu caso.Precioso poema Socorro.Al leerlo yo también he sentido impaciencias añejas.
ResponderEliminarUn abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias, queridos todos. Y abrazos para cada uno.
Aunque sepamos que nuestros sueños son quimeras, nunca hay que perder la ilusión y la esperanza.
ResponderEliminarCariños.
kasioles