lunes, 13 de enero de 2020
Mirando ei mundo : Allá en Papúa
"Lo mas parecido al jardín del Edén"
Bruce Beehler
Científicos naturalistas
han descubierto, allá en Papúa,
un maravilloso mundo perdido.
Un lugar idílico,
sin rutas, ni caminos.
jamás pisado por el hombre.
Allí,
exóticos animalitos, desconocidos,
viven y vagan a su antojo
ajenos por completo
a nuestro mundo de ruidoyfuria.
No temen al hombre.
Y no le huyen,
porque nunca lo han visto.
Porque no lo conocen...
Pero que ocurrirá?...
Arribarán de pronto,
altos ejecutivos del turismo:
Construirán modernos aeropuertos
Autopistas. Y hoteles de cinco.
Organizarán visitas guiadas,
para observar de cerca
a los exóticos desconocidos
Que estarán ya en jaulas
pues nadie sabe
si se van a escapar,
o que pueden hacer,
esos animalitos de Dios,
que ni educación tienen...
Genial,
descubrir mundos perdidos.
Pero esos simpáticos bichitos
seguirán siendo libres?...
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ResponderEliminar"No temen al hombre
porque no lo conocen.
Porque nunca lo han visto"...
Excelente mensaje. Precioso poema, Gracias,
Osvaldo
ResponderEliminarHola Osvaldo. Este poema está escrito hace ya mas de cuatro años. Ahora ya,seguro que lo temerán, Gracias a ti
Asi es siempre amiga al descubrir paraísos perdidos, pobres animalitos que pierden su hábitat natural y su libertad....Lindo poema. Saludos.
ResponderEliminarExcelente crítica, Soco:
ResponderEliminarQué pena. Todo lo bello se convierte en un supermercado de consumo turístico.
Un abrazo
Ana
Esos paraísos estaría prohibido darlos a conocer
ResponderEliminarllegaremos los "humanos " y como siempre dejarán de ser edenes de vida
un besito y un abrazo hasta tu orilla
El turismo y la especulación juntos se llevan por delante, cualquier ecosistema. Hay muchísimos ejemplos que no se quieren ver.
ResponderEliminarMagnífico mensaje
Genial descubrir mundos perdidos, lo malo son esos bichitos
ResponderEliminarBesos, Soco
Es un poco triste.
ResponderEliminarBesos.
En poco tiempo ese paraíso será un infierno...
ResponderEliminarAsí es la civilización.
MI querida Soco!!!!
ResponderEliminarOjalá que eso no ocurra y puedan seguir viviendo en paz, tranquilidad y libres.
Un fuerte abrazo!!!!!
El bicho raro es el hombre, depredador e inconsciente.
ResponderEliminarTe deseo un buen año 2002, estimada amiga.
Un abrazos.
Somos una plaga para el resto de los seres vivos de este bellísimo planeta.Me alegra leerte también en este nuevo estilo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año poético y vital.
ResponderEliminarGracias, Joaquín. Los mismos deseos para ti. Te echaba de menos. Abrazo.
ResponderEliminarDonde el hombre pasa, empieza la especulación y el negocio. Gracias por el mensaje, polita, Ta musu bat, beti. Manu.
Tienes toda la razón, Soco, hasta en Chernóbil con su catástrofe medioambiental tremenda y su radiación ha sido desaparecer el hombre del entorno y volver a tener animales, vegetación exhuberante... Con lo que queda claro quien es el peor depredador de la Naturaleza.
ResponderEliminarNecesitaría un lugarcomo el que describes de una manera tan bella para perderme unos días.
Estoy deseando tener tu pomario en mis manos. Ya te contaré.
Un abrazo, poeta.
ResponderEliminarSin perder la elegancia y la ternura, siempre das en la diana. Un poema diez.
Por esos simpáticos bichitos. Javier
Como decía mi abuela "mundo desvirgado, pierde su inocencia y naturalidad". UN abrazo desde Colombia. Carlos
ResponderEliminarTu poesía dando testimonio, Soco, tarde o temprano alumbrará el necesario cambio mental en el ser humano... Mientras tanto, por qué no colaboramos (ya hay playas suficientes, lugares paradisíacos por doquier) y qué tal si a esos lugares turísticos NO VAMOS?
ResponderEliminarAbrazos y más abrazos.
Txaloak ta musu handi.
ResponderEliminarQue puro amor a la naturaleza...
Gracias a todos por pasar y compartir mis versos
ResponderEliminarAbrazos de invierno.
ResponderEliminar"que estarán ya en jaulas.
porque nadie sabe
si se van a escapar
o que pueden hacer
esos animalitos de Dios
que ni educación tienen..."
Qué sabia y fina ironía... Grandísimo poema. Aplausos
ResponderEliminarLo que el hombre toca, lo hunde.
Espremos el merecido respeto por ese gran y santo lugar.
Hay muchos de ellos...
Besos.
Soco, ya tengo tus poemarios en mis manos y los he leído conmovida de un tirón hoy que el cielo estaba plomizo necesitaba más que nunca tus otoños azules y ese ritmo de jazz y blues que pone a ritmo mi corazón desordenado y lento.
ResponderEliminarNecesitaba caminar contigo por los parques, y sentir el mar, y añorar la ternura, y reconocerme en ti, porque también me gustan las tormentas, los murmullos del viento en la arboleda, la lluvia, los pájaros...
Y adoro la nieve y también quisiera que no fuera tan fría para los que no tiene cobijo...
Los releeré con calma, Soco, y te cuento. Pero ya sé que me seguirán gustando tanto como hoy. Gracias por la dedicatoria y por el regalo añadido.
Un abrazo, poeta....Poeta inmensa.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tes, Me hace muy feliz esa mirada tuya a mis poemas. Mil besos.
Ojalá que nunca lo hubieran descubierto... estaría más seguro el lugar y sus moradores...
ResponderEliminarAbrazo
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