lunes, 11 de mayo de 2020
...Y lloramos
Cantamos,
a los hombres niño.
A los caballos
de color de plata y agua.
Al pasto y a la lluvia,
Al árbol y a su selva.
A los ojos
húmedos de versos.
Al diminuto corazón
de las luciérnagas.
Y lloramos.
Lloramos por el viejo.
Y por el indio.
Por el humo
que borra las estrellas.
Lloramos por la guerra
y por el hambre.
Porque ya,
no creemos en palabras...
Porque el mar.
Y la tierra,
se están llenando
de cadáveres.
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¡Uff¡
ResponderEliminarTristísimo.
Un fuerte abrazo.
Estos son los contrastes crueles de la vida...ojalá que a pesar de volvernos incrédulos, no dejemos de cantar.
ResponderEliminarTriste pero cierto.
Abrazo de luz, Soco
Mientras seamos capaces de llorar, por oposición reconoceremos que algo distinto es posible.
ResponderEliminarSalud
Anna Babra
ResponderEliminarAún a la tristeza la vistes de ternura, mi poeta. Conmovedor y hermoso, con tu sello especial. Gracias y abrazo. Fer
Pura vida, Soco. Tus letras caminan entre el canto y el llanto. Aún así es poesía que se levanta con su grito de belleza y esperanza. Muy bueno, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Soco.
Sensibilidad.
ResponderEliminarAbrazos Soco.
Es de las pocas cosas que no nos podrán quitar: Cantar y llorar.
ResponderEliminarMe encantó leerte de nuevo. Una vez más tú, sigues sin defraudar.
¡SALUDOS!
¡Que bien lo dices, Soco! ... "Porque ya no creemos en las palabras"... Y tienes razón, la Tierra se está llenando de cadáveres... esperemos que pare ya, y el juego de los niños en la calle, libres, nos llene de esperanza en el futuro...
ResponderEliminarAbrazo
Los niños, demasiado tiempo sin recreo, han vuelto a salir, por fin, a la calle y al aire. He descubierto, que tienen la sonrisaintacta y han ido a visitar a los abuelos, y al ver en los ojos la alegría de los nietos, emocionados, han llorado...
ResponderEliminarTambién ellos estaban hartos de palabras y de aplausos...necesitaban comprobar la sonrisa de los suyos, para seguir creyendo en el futuro, para seguir luchando por su vida.
¡Qué dolor! ¡Cuánta ternura!
Por si alguna vez la musa necesita remontar el vuelo.
Con mi afecto, aunque no para de llover.
Triste, muy triste. Saludos amiga.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo pibita, de esos que curan la tristeza de los poemas.
ResponderEliminar❤
ResponderEliminar"Cantamos
a los hombres niño"... Un solo verso que dice tanto...
Cada verso de tu poema dice mucho ¿sabemos leerlo?... Conmueve y ha ce reflexionar.
Gracisybesos, siempre
ResponderEliminarBellísimo, Soco. Y sonriamos por la Vida. Salud y abrazos.
Me he dado un paseo por tus versos para olvidarme de la tristeza de estos tiempos que vivimos. ¡Cuánta belleza he visto en ellos! Como siempre.
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ResponderEliminarCuanto tiempo, Aro. Me alegra mucho tu visita. He pasado a veces por tu blog y lo encontré desierto. Ahora está cerrado.
Espero que estés bien y sigas con todas tus actividades creativas. Hasta cuando quieras. Un abrazo.
Triste y bello tu poema.
ResponderEliminarSí, hay cadáveres... pero no muchos más que antes de la pandemia. Lo que pasa es que ahora están en la televisión a todas horas y antes no.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarIl pleut dans mon âme. Bisous.
Llorar "porque ya,no creemos en palabras" me ha ocurrido una vez en esta cuarentena. Se llora, se vive y pasas al instante siguiente.
ResponderEliminar"diminuto corazón de las luciérnagas"...me ha encantado!!
Te abrazo Soco.
ResponderEliminarAdoro tus poemas, Soco. Cada verso es una escena de vida. Una fotografía a través de tus palabras. Se ve. Milbesos.
Siempre tus poemas le cantan a la verdad, estamos en un momento difícil de nuestra vida, en especial los mayores.
ResponderEliminarmariarosa
ResponderEliminarCantamos... A las poetas como tú, que son capaces de emocionarnos. Siempre, besos y amapolas.
Mikel
ResponderEliminarMil gracias para todos. Antoni, un gusto saludarte. Besos y salud.