martes, 25 de enero de 2011
EL RELATO DEL MES : ZINNIA
Es sencilla y bonita como la flor de espino.Tiene la piel morena y los ojos pardos.
Es fina de talle, muslos apretados, y bajo el vestido amplio y limpito, tiemblan sus pechos en flor. Ríe siempre. Su risa como tintinear de cascabeles, habita toda la casa.
Ríe y canta. Canta al levantarse con el sol, al ordenar su cuarto, al lavar las ollas tiznadas y los platos de barro amarillo. Canta al colgar la ropa bajo el alero de la casita blanca,dormida a la sombra de un bellísimo jacarandá.
Y cuando cae la tarde, coge de la mano su alegría y corre hasta la aldea para reunirse en la plaza con la muchachada. Y charlan y dan largos paseos, hasta el viejo molino.
El tierno corazón de Zinnia palpita desbocado cuando se le acerca Lucas. Entonces, el aire se llena de perfume y se siente envuelta en una melodía de violines y marimbas...Él, nunca le ha dicho nada, pero la mira de una forma, que ella recibe como si fuera un abrazo..
Aquel anochecer de luna, Lucas la tomó de la mano y caminó con ella por un sendero, entre los árboles del bosque. Zinnia se dejaba llevar como arrastrada por una invisible cadena, hecha de ternuras nuevas y de palabras sin pronunciar. Y en el refugio, entre las rocas que coronaban la colina, Lucas la apretó en sus brazos, y besó y besó su boca, mientras la luna cómplice, bañaba a intervalos sus cuerpoe temblorosos...
Me vas a jurar que ésto no se lo dirás a nadie?...
Te lo juro. Y Zinnia besó, a modo de rito, la pequeña cruz de oro que pendía de su cuello.
Vendrás mañana?... suplicó
Vendré, respondió Lucas.
Pero pasaron los días y Lucas no acudió a las charlas de la plaza, ni a los paseos hasta el viejo molino.
Y una tarde, alguien contó que los padres preparaban su boda con la prima huérfana que vivía en su casa desde niña.
Zinnia no dijo nada. Sólo apretó en sus dedos la crucecita dorada y volvió los ojos hacia las rocas de la colina.
Pero ya no fue la misma. Se le escapó la alegría, olvidó las canciones y el cascabel de su risa, deshabitó la casa.
Qué te pasa, hija? se angustiaba la madre al sorprender sus ojos ausentes.
Cosas de la edad, sentenció el padre.
Y ella sonreía triste, apretando en su mano la crucecita dorada... Cómo iba a decirles... si había prometido no decir nada?...
Cosas de la edad, repetía el padre.
Y Zinnia, sencilla y bonita como ls flor de espino, perdidos los ojos y los pensamientos, en la negrura de la noche, miraba las rocas de la colina, donde, cada noche, la luna jugaba a esconderse. Y miraba las luces mortecinas de la aldea que, a lo lejos, parecían un trozo de cielo estrellado, desparramado por el campo.
Por qué ya no cantas, hija?...
La brisa formaba olas en los campos dorados de trigo y las flores celestes del jacarandá, se amontonaban borrando el sendero.. Y allá, en la cima, en el refugio de rocas, un rincón vacío, que la luna indiferente bañaba a intervalos, también se iba borrando con hojas amarillas de otoño y de olvido.
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¡Es tan triste! ¡Es tan hermoso!
ResponderEliminarQuizá así sea la vida.
Besos.
Es enternecedor. Quizás el primer amor, el primer desengaño.
ResponderEliminarDelicado y sensible. Me ha dejado tristeza.
Besos.
qué hermoso relato, es pura poesía...
ResponderEliminar"coge de la mano su alegría"...
"cadena invisible de ternuras nuevas y palabras sin pronunciar"...
Maravilloso. Me gusta mucho.
Analu
Las mujeres siempre igual Soco.
ResponderEliminarSomos tontas retontas y generosas y sin remedio, ya desde nuestra más tierna infancia.
Anteponemos nuestro corazón a todo lo demás y a veces lo hacemos tannnnnn mal.
Un beso triste Soco.
Qué bello lo has contado.
ResponderEliminarSi me permitís la impresión que me dio tu relato es ésta:
Una pintura de maravillosos colores, un paisaje radiante, que se va desdorando de a poco, hasta el últimmo párrafo, en el que la misma imagen, aparece toda en gris.
Magnífico.
BESOS MIL
SIL
Tachame una m en último :))
ResponderEliminarDe cómo pasar del color sin fin al gris infinito
ResponderEliminarMe tocó hondo Soco
Muy hondo
Besicos
¡Cuánta belleza en tus palabras! La fluidez y la ternura de tu prosa me han conmovido.Un gustazo leerte.Besos desde el sur.
ResponderEliminarTierno, bien narrado. Soco, me emocionas. Gracias por tu comentario. A veces nos ponemos o exteriorizamos historias tristes. Besos desde la Argentina.
ResponderEliminarla vida misma plasmada con belleza, en su cruda emocionalidad, el amor no muere, solo cambia de piel...
ResponderEliminarFelicitaciones Socorro
un relato muy logrado , que lleva de la mano al lector
besitos de luz
buena semana
qué bonito y qué triste, cuanta desolación baña su silencio
ResponderEliminarun abrazo
Me has tomado de la mano, me has llevado dentro de tu historia, cada una de las veces que lo leí, me has conmovido al punto de no poder comentarte inmediatamente y he tenido que regresar para poderlo hacer. Gracias Soco, por tanta belleza y tanta emoción.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Leo
Con mi café de la tarde me he leído esta historia, tan triste, tan hermosa.
ResponderEliminar(He vuelto...)
Qué triste, Soco.
ResponderEliminarY qué bien contado.
Y qué perfecta descripción de la protagonista...
Te admiro.
Mucho.
Un abrazo.
Que triste...
ResponderEliminarBesos
Fundido a negro. cierre del relato en pura gloria. Triste?, no sé; bello.
ResponderEliminarYo, como Sil: quita la tilde al se
ResponderEliminarAy los amores falsos que solo dejan dolor en los corazones mas inocentes...pero asi es la vida, y como decìan las "abuelas de antes"...asi son los hombres...
ResponderEliminarabrazos amiga
Tu condición de poeta ta hace crear relatos tan hermosos tan poéticos.
ResponderEliminarUna narración impecable, con los ingredientes de un buen relato, lleno de lirismo.
Muxus
Qué triste el abandono. Qué desamparo el silencio.
ResponderEliminarEsa crucecita que aún llora bajo el jacarandá me ha hecho recordar tantas cosas, mi querida Soco.
ResponderEliminarQué tierna, qué triste, que hermosa.
Mis besos bajo la lluvia, tesoro.
Melancolía y belleza a manos llenas.
ResponderEliminarBesos
Triste final para una bonita historia de amor, contada con una maravillosa delicadeza y belleza.
ResponderEliminarHe llorado con tu historia, es imposible quedar indiferente después de leerte.
ResponderEliminarBesos emocionados, querida Soco.
Mezclas sonrisas y lágrimas con la delicadeza de una madre cepillando el pelo a su hija... suave, sin sobresaltos....
ResponderEliminarMe encanta
Cita
Qué lindo, Soco, tu narrativa es riquísima. Una historia muy bella, querida.
ResponderEliminarImagino la carita de Zinnia en su tristeza...
Besos, que estés muy bien.
¿Qué voy a decir de mi poeta favorita?...
ResponderEliminarQue es un relato muy bello. lleno de encanto, sentimiento y poesía.
Que te mando un caluroso abrazo bonaerense.
Fer.
Ya te lo han dicho, querida poeta vasca, es tan bello como triste.
ResponderEliminarBesos y suspiros.
Se nota que eres poeta. Buscas la belleza del lenguaje en los sucesos mas sencillos y cotidianos. Preciosa narración.
ResponderEliminarBesos.
Me ha conmovido mucho esta historia de amor roto apenas nacido.
ResponderEliminarMe ha encantado el retrato de la protagonista y la atmósfera tan hermosa y poética de todo el relato.
Un relato total, bellísimo. Me encanta tu prosa tan llena de lirismo y de ritmo.
ResponderEliminarGracias por las visitas y por la amistad. Muchas gracias.
ResponderEliminarY abrazos.