sábado, 20 de febrero de 2010

MIS POEMAS



PORQUE ES ASÍ


Te espera, agazapada,
al doblar una esquina.
Sentada en la escalera
o columpiándose,
en un rayo de luz atardecida.

O cabalgando
espacios de asteroides
y tiempos sin cronómetros.

Te busca a ti,
a ti precisamente...

Y cuando te encuentra
te toma de la mano
y no te suelta.

Porque la poesía, es así.

Reinventa tu mundo.
Pone magia y color
a las imágenes.
Desenjaula metáforas cautivas.

Y susurra a tu oído
ese ritmo...

La poesía es así.
Se cuelga de tu brazo
sin pedirte permiso...

y ya,
nunca se va.

lunes, 15 de febrero de 2010

EL RELATO DEL MES




MARIPOSA

Papá apartó el edredón a cuadros de mi cama, con cálida suavidad:
Anda nena, despierta...
Umm, Papá, déjame un poquitín más...
De eso nada, cariño. Hoy vamos a visitar a mamá.

Mi ropa limpita sobre la silla, el desayuno en la mesa y la permanente ternura de mi padre, ayudándome a calzar mis botas nuevas.

Yo estaba contenta. Cuando visitábamos a mamá, siempre estaba contenta a pesar de que la echaba mucho de menos y no comprendía por que no estaba en casa con nosotros como antes.
Por qué no puede salir de ahí, todavía?... Dí, papá, por qué?..
Y papá apartaba sus ojos tristes y decía:
Porque está castigada. Mamá cometió una equivocación y la gente que manda, la castigó por eso.
Cómo cuando tú me dejas en mi cuarto, sin salir?
Eso es, nenita, eso es.

Tizón, mi gato, nos acompañaba hasta la salida, caminando con mucha elegancia, por las piedras blancas que forman el camino. Miraba con sus brillantes ojos verdes, mis botas limpitas y me decía con su lenguaje de gato, que me esperaba para jugar en la alfombra roja de mi cuarto.
Desde que murió mi hermanito y mamá no estaba en casa, Tizón ocupó un lugar mucho más importante en mi vida: Jugaba conmigo, me acompañaba a todas partes, y hablábamos de todo: de lo bonita que era mi muñeca nueva, de los colores de los pájaros que revoloteaban por el jardín, de que había que recoger los juguetes antes de ir a dormir...

Yo estaba contenta. Me encantaba ir a la cárcel a visitar a mamá. Tantos guardas simpáticos que me acariciaban el pelo y me llamaban rubita, tantos pasillos tan largos, tantas puertas de hierro que se abrían y se cerraban solas...
Y me encantaba que mamá, tan bonita, tan joven, me levantara en brazos y me apartara muy seria, " a ver mi nenita, cuanto ha crecido"... Y que me apretara fuerte en un abrazo largo, largo, y me besara muchas veces...
Y yo acariciaba su pelo tan largo, tan fino y miraba a papá, y a sus ojos , siempre tan tristes...


Mamá llegó a casa, esa tarde de primavera y el sol entró con ella, iluminando todos los rincones. Contemplaba todo, como si lo acariciara: la terraza con sus recién estrenadas flores, los muebles relucientes, las cortinas que danzaban con el aire...
Pero de pronto, sus ojos se ensombrecieron cuando los detuvo en una fotografía de la chimenea. Allí, mi hermanito sonreía, levantando en sus manos un enorme balón.
Mamá se quedó quieta, como paralizada y yo sentí como un negro abejorro, que me hurgaba por dentro... Aquella misma noche, oí que lloraba y le decía a papá: "es inútil, no podré superarlo".

Vinieron días buenos. Maravillosos. Mamá estaba alegre. Me llevaba a la escuela y al parque. Me compró juguetes y vestidos y jugaba conmigo. Yo vivía un sueño feliz y la tristeza escapó de los ojos de mi padre.

Pero pronto, y yo sin saber por que, llegaron días malos. Mamá perdió la alegría y deambulaba por la casa como una sombra. O pasaba horas enteras encerrada en su cuarto, con la mirada perdida, en un mundo en el que yo no podía entrar.
Luego empezó a salir sola, y a volver muy tarde. Y entonces discutía con papá y le decía cosas horribles. "no me toques, no vuelvas a tocarme nunca"...
Y yo imaginaba los ojos otra vez tristes de mi padre y me tapaba la cabeza con el edredón y repetia muchas, muchas veces "papá te quiero". "mamá te quiero"... hasta quedarme dormida.


Tizón y yo jugábamos en la alfombra, y ellos discutían. Papá hablaba y hablaba y mamá gritaba. Por la puerta abierta de mi cuarto, yo la veía con los ojos hinchados, y como se llevaba la mano a la frente como si quisiera contenerla. Y de pronto empezó a poner ropa en una maleta y salió dando un portazo. Al pasar delante de mi cuarto, sólo me miró. Me miró largamente, con una expresión que yo no conocía y con los ojos llenos de lágrimas - cuando pienso en mamá, siempre la veo así, con los ojos llenos de lágrimas - . Yo me quedé con los brazos extendidos, y le pregunté a Tizón por que se había marchado... Pero él no quiso decirme nada.

Después, papá vino a mi cuarto. Intentaba sonreír, pero tenía los ojos más tristes que nunca. Dijo que yo ya era mayorcita, y que estaba seguro de que comprendería. Y empezó a hablar, a hablar...
Pero yo me había convertido en mariposa, y ya volaba alto... Alto y lejos.

jueves, 11 de febrero de 2010

MIS POEMAS




ONLY YOU


Quédate un poco más,
no te vayas aún...

En el cuarto en penumbra,
la noche se desnuda.
Afuera,
la luna en asamblea de tejados.

Y tú.

La magia se encargaba
de todos los detalles:
La quietud. El silencio.
La música de jazz.

- Del abrazo al café
y del café al abrazo -

Un sorbo de licor.
Un cigarrillo.
Un poco más de luna
en la terraza...

Febrero en los cristales
Y ,
solamente tú.

Anda,
quédate un poquitito más.
No te vayas aún.