Esa luna
clarísima de enero
se filtra por el tul.
Recorre los estantes,
se recrea en los libros.
Deja huellas de estaño
por el suelo.
Imanta los espejos
y descontrola
todos los instantes.
Se demora un momento
en la nube mas alta
a descubrir
misterios de fantasmas.
De unicornios
y oscuros minotauros ,
y vuelve a entrar, curiosa,
en mi vaso
con restos de licor.
Se posa
en el desorden de mi ropa
tirada en una silla.
-Solo encuentra un zapato-
Irreverente,
esa luna clarísima de enero
me descubre dormida
Y se queda a soñar entremisbrazos.