miércoles, 20 de octubre de 2010

MIS POEMAS



VEN


Déjame que te invite
a caminar conmigo,
a descubrir veredas en la aurora.
A reinventar
paisajes entre escombros.

Déjame andar contigo
por donde lo fantástico.
Por donde nadie nos conoce.

Te ofrezco
la sonrisa del alba,
el adiós del ocaso.

Un café calentito
en ese bar bohemio.

Un cuarto
con vistas a la playa.
Un jardín con un sauce.
Y mil flores celestes
del jacarandá.

Mis versos de color escarlata.
Una luna curiosa enfurruñada.
Una luz apagada.
Un blues suavecito...

Y esta noche.

Y si tú quieres, todas las demás.

************ Para Graciela y su mesita de luz

sábado, 9 de octubre de 2010

PALABRAS Y HAIKUS EN RECUERDO DEL CHE




COMANDANTE CHE ----------- (9 de octubre de 1976) ---------



Amanece en el altiplano. La intrincada selva boliviana se despereza y se esponja con los primeros rayos de sol. Los chillidos de los pájaros se mezclan con el clamoroso rumor de la torrentera.

El grupo guerrillero descansa. Allí, en la profundidad del barranco, en un refugio natural, casi inaccesible, creen estar seguros.
La caminata de la noche ha sido dura, por senderos tortuosos, enmarañados de salvaje vegetación. Y todos están agotados. La tos del comandante no altera el profundo sueño de sus hombres. Y el Che Guevara sueña despierto.

El hombre que luchó junto a Castro en Sierra Maestra, que sembró de revoluciones toda Sudamérica y sería ejemplo de miles y miles de jóvenes en todo el continente, está rendido y triste... Había soñado que esa zona despoblada y pobrísima de Bolivia, sería la ideal para su táctica de guerrillas. Pero se había equivocado. El ejército, con la inconsciente colaboración de los indígenas, ha logrado capturar y ejecutar a muchos de sus hombres. Y los sobrevivientes, vagan sin rumbo fijo.

De pronto, miles de pájaros huyen en frenética desbandada: Un grupo de soldados armados, irrumpe bruscamente en el refugio. Sin tiempo para reaccionar, los hombres del Che, van cayendo uno a uno. Y él, es capturado y conducido a La Higuera ante la mirada temerosa y culpable de los indígenas que se vendieron al poder y traicionaron al hombre que había renunciado a todo por ellos.

Los servicios de inteligencia USA, se regocijan: La operación ha sido un éxito. Muerto el Che, el peligro de revolución se desvanece... Tranquilos, ¿ qué saben esos ignorantes campesinos de libertad, dignidad y derechos humanos?...

Y en tanto el mito, delgado, sucio, con el torso desnudo, acribillado a tiros, abraza el infinito. La revolución que él soñaba, no se ha realizado.

Ahora, cuarenta y tres años después, los indígenas del altiplano, lo llaman San Ernesto de La Higuera... ¿Tal vez han entendido al fin, que el Che murió por ellos?

Y todos los años, contemplan con asombrada ingenuidad, la multitud de peregrinos de todas las partes del mundo, que invade la zona para visitar y dejar mensajes en su tumba.

Pero ellos, siguen siendo pobres, explotados y ya, ni siquiera son rebeldes...


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HAIKUS ( para los indios bolivianos)


El cóndor pasa.
El lamento del indio
se va en su vuelo.


Ruinas. Distancia.
Despojada, desnuda
la Pacha Mama...