Te busco por caminos
y por días.
En los atardeceres
y en las madrugadas.
Te busco en las canciones,
en los versos.
Y en la ropa colgada,
en azoteas lánguidas.
-Dejo señales de humo
que ayuden a encontrarme-
Te busco por el viento
-aunque suelo fingir
que persigo quimeras-
y voy colgando
notas de los árboles.
He mirado en el parque
donde iba,
cuando el amor
y la ilusión
y eso...
Pero todo es en vano:
No te encuentro.
Y he pensado
mandar un telegrama
donde diga:
Mujer, triste y poeta,
con falta de ternura
y resaca de sueños,
llama
a tu corazón desconocido...
Contesta, por favor.
Es mi último aviso, forastero.