miércoles, 22 de noviembre de 2017
De ayer : Miles de asteroides
Aquellos días,
yo andaba fascinada
aprendiendo el nombre de los árboles:
abedules, álamos, tamarindos...
-Tenía ocho años
y una muñeca negra de trapo-
Era invierno,
y un viento de aura helada
deshabitaba las calles de piedra.
Con la cara pegada al cristal,
esperaba que volviera mi madre
de lavar del arroyo.
Corría a besarla
y apretaba sus manos
azuladas de frío
y con mis dedos tibios,
intentaba contagiarles calor.
Bajo la mirada
de un cielo de nubes rojizas,
el último rayo de sol
destellaba en sus ojos celestes,
miles de asteroides.
Tenía ocho años
y una muñeca negra de trapo.
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