viernes, 9 de junio de 2023
Entrevista
martes, 16 de mayo de 2023
La pajarita de papel amarillo
Soy un tipo duro. O casi. Al menos, no me dejo llevar por sentimentalismos. Sin embargo, la reacción del niño al acercar mi mano, para acariciarlo, me dejó el corazón encogido, completamente arrugado. Fue un gesto instintivo de auto defensa, el movimiento del bracito, para intentar cubrir su rostro asustado... Parecía un animalito acorralado.
Lo habían abandonado la noche anterior, en los escalones de la entrada del Hospital donde trabajo. Apenas se movía. Apenas respiraba. Solamente un leve quejido, salía de su boca. Y en todo su cuerpo, había señales evidentes, de haber sufrido, un brutal castigo. Tendría tal vez, casi un año, el pelo casi rojizo y su ropa estaba limpia, así como la mantita que lo envolvía.
En la primera exploración, descubrimos alguna costilla hundida, grandes hematomas en el pecho y en los muslos, la nariz y los labios hinchados... Pero lo que mas impresionó a todos, fueron sus ojos huidizos y asustados, que miraban sin expresión a todas partes, sin detenerse en ninguna.
Curamos sus heridas y poco a poco, se fue recuperando fisicamente. Pero permanecía insensible a toda muestra de afecto. No aceptaba caricias, ni alimentos, ni juguetes... No sonreía ni hablaba ¿sabría hacerlo?... nos preguntábamos angustiados. Era como un muñeco sin alma...
Aquella tarde, la doctora Dupont, le trajo una caja de golosinas. Intentó que cogiera una en su mano. Inutil. Tampoco consiguió, que le sonriera, o que despegara los labios.
Casi de forma inconsciente, cogí el papel amarillo brillante, que había envuelto la caja y que estaba sobre la cama. Era un cuadrado perfecto y maquinalmente, comencé a plegarlo, en cuadrados menores. Mientras lo hacía, noté que sus ojos, seguían el movimiento de mis dedos, con una cierta atención. Ilusionado, seguí doblando, hasta completar, una hermosa pajarita y se la ofrecí, con mi mejor sonrisa suplicante... Y, entonces, por primera vez, alargó su manita para cogerla, mientras una hermosa y tímida sonrisa, iluminaba sus ojos, hasta entonces, inexpresivos... Fue, el primer paso. La pajarita, de papel amarillo, lo había conseguido.
Han pasado cinco años. Iván, es ahora, un muchachito simpático y maravilloso. Y es el mayor de mis tres hijos. Algún día tendré que explicarle, que hace esa pajarita de brillante papel amarillo, en la primera página, de su álbum de fotos.
sábado, 6 de mayo de 2023
Vuelve
viernes, 14 de abril de 2023
Impaciencia de ti
lunes, 13 de marzo de 2023
Jugando
domingo, 19 de febrero de 2023
En 2023. Aún...
lunes, 6 de febrero de 2023
Cantamos. Y lloramos