Me gusta la nieve.
Nos baja las nubes
a pétalos lentos,
curiosos, livianos,
inquietos,
así, como alas
danzandoenelviento.
Nos acerca el cielo
a trocitos blancos
como besos leves.
Como besos sueltos
para quien los quiera.
Para quien le ofrezca
su cara, su pelo, sus manos.
Adoro la nieve
pero es tan fría...
que pienso en los pájaros
perdidos, sin rumbo,
que pienso en losniñossincasa.
Que pienso en la gente
que vive en la calle.
Adoro la nieve.
Pero yo quisiera,
que se hiciera pluma
o espuma caliente
paralossintecho,
paralossinpatria.
o pan recién hecho
para tanta gente.
Adoro la nieve, pero yo quisiera
que no fuera fría.
Que fuera maná.
Ay, que bonitos deseos, yo que no tengo la dicha de conocerla quisiera también que fuera maná.
ResponderEliminarAbrazos.
**los ampos, los fríos
ResponderEliminarmecidos al aire
de manto investidos
en alba.
por túnica. I n t a c t o s^**
*y una nieve oculte
del hambre
a la infancia.
del rico,
el deshielo...*
(esos hexasílabos airosos
que colman de paz.
Qué belleza, Soco!)
Musuak
Querida amiga que versos tan bonitos...Adoro la nieve, pero como tú dices hay tanta gente que no tiene donde cobijarse, tantos niños que pasan frío ....
ResponderEliminarMe ha encantado Soco.
Un inmenso y cálido abrazo
ResponderEliminarUn poema escrito a puro corazón, mi querida Soco. Es tan lindo el frío (no conozco la nieve) pero en esos momentos, los sin techo, los de la calle no lo pasan tan bien, tu poesía es un canto para ellos.
mariarosa
Delicioso.
ResponderEliminar"Nos acerca el cielo
a trocitos blancos
como besos leves," Besos miles para vos
PRECIOSO, amiga mía.
ResponderEliminarOjalá esa nieve, ese sueño/deseo que en tu poema bordas, ojalá , ojalá pintase colores y calor en esa nieve que de bella, duele para tantos y tantos...
Lindo jueves para tí, María
Un abrazo
Fina
Tus poemas también son besos para quien los quiera, para los que te leemos. Gracias, siempre
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ResponderEliminarUna delicia, Soco.
Cara y cruz de la nieve, tan preciosa pero tan fría y desolada para tantos. Besos y besos
Tus sentimientos nos llegan blancos, a rítmo de pétalos con una suavidad extraordinaria...Y según van cayendo se vuelven cálidos como plumas, cobijando en ellos a todos los que tienen frío...Mi abrazo y mi cariño, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Trazas el anverso y reverso del tema con lucidez, Soco.
ResponderEliminarLa traspolación en el texto es necesaria para conjugar "realidad social y belleza.
Mi afecto.
-AGRADEZCO tus huellas en mi blog.
Tu alma en los versos, querida Soco. Maravilloso poema.
ResponderEliminarPara mi es precioso ver caer la nieve, esos copos blancos como mariposas... incluso rebozarme en ella, a veces pienso que es de nostálgicos,o de locos... eso no lo hace cualquiera, y quien no es nostálgico piensa que de verdad estás loc@. Pero hay personas que no lo hacen por puro placer. Los voluntarios contarán estas noches frías las personas que duermen en la calle.
ResponderEliminarQue son muchísimas más de las que pensamos.
Precioso y delicioso poema y tan buena reflexión...
Mila muxu Poeta.
Profundos los sentimientos que transmite tu bellísimo poema
ResponderEliminarMusumilla.
"Adoro la nieve" No se como llegué hasta aquí, y con la fuerza de tus versos estás muy cerca, de convertir copos en flores. Se encuentra calor en la belleza e intensidad de tus sentimientos.
ResponderEliminarGenial!!
Saludos
André
Joder Soco, eres maravillosa.
ResponderEliminarEste poema es el continente expresivo de un alma de una belleza increíble, la tuya.
Me encantas cada día más.
Besos.
La poesía tiene la virtud de que puede en la metáfora de una querencia, desvelar lo social, como en tus versos siempre bien hilvanados, de llamar la atención, a ravés de la nieve, en los sin techo, en los descamisados, en quienes la pobreza los alojó en la margen de la desgracia del río de la vida. UN abrazo y un beso, desde esta esquina colombiana. Carlos
ResponderEliminarsa ve la nieve, como pétalos y besos. Se ve tu alma.
ResponderEliminarUna preciosidad, como siempre.
Tú eres maná y pan caliente y una buenísima poeta.
ResponderEliminarCON CARIÑO
Se hace pluma y pan para los que te leemos huérfanos de poesía. Besos.
ResponderEliminarLeo tu hermoso poema y siento ganas de abrazarte, profe. Siempre el amor por los niños en tus versos. Te quiero
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ResponderEliminar"Nos acerca el cielo
a trocitos blancos
como besos sueltos..." Bellísima imagen, bellísimo poema. Tan tuyo.
Y te leo conmovida, Soco, con un nudo en la garganta, y no solo pensando en los niños sin casa, en los que ni siquiera tienen pais y se hielan entre fronteras que los rechazan, me conmueve que seas capaz de crear tanta belleza con tan pocas palabras.
ResponderEliminarAdoro la nieve, y ahora más con todos esos mundos mágicos que me regalas al leerte.
Muchos besos, poeta.
En tu poema hasta la nieve tiene una hermosa calidez.
ResponderEliminarEl maná eres tú.
Besos.
Um inmenso abrazo para todos los que sienten el frío de la nieve y de los corazones. Y para ti, poeta.
ResponderEliminarLa delicadeza a flor de piel. La palabra conjugada... Y esa leve denuncia/petición de que lo que fue para tantos/es sea compartido.
ResponderEliminarUn abrazo, Soco.
Emociona la delicada armonía de confrontar dos grandes temas: la belleza de la nieve y la tristeza de los que no tienen un techo para resguardarse del frío. Y pienso que es, porque la vida siempre tiene dos polos para reflexionar. Siempre.
ResponderEliminarPrecioso poema Soco, es bueno regresar y leerte.
Abrazos todos.
La nieve tiene que ser fría. Tiene que ser nieve. Pero la nieve, tan fría, la nieve tan nieve, la peor nieve es cuando nos nieva por dentro. La otra, esta que tú dices, es más llevadera porque poemas como este sí que la calientan, sí que la disuelven. Un abrazo, poeta.
ResponderEliminarLa amiga María Jesús de Paradela falleció el pasado día 22 de febrero. Propongo que le rindamos homenaje publicando en nuestros blogs una entrada dedicada a ella todos el mismo día y a la misma hora: el próximo día 22 de marzo, a las 3 de la tarde. Pásalo a tus amigos comunes con María Jesús.
ResponderEliminarHola Aro
ResponderEliminarMe uno a la pena de todos los que queríamos a Mariajesús. Por supuesto me uniré al homanaje.
Sos como el pan dulce y tibio.
ResponderEliminarLa nieve se vuelve de seda aquí.
Besosmil.
Ojalá fuera maná para toda esa gente que está a la intemperie en medio de ninguna parte...
ResponderEliminarMás fría que la nieve es la indiferencia con la que son recibidos, mirados... con las raras excepciones de quienes tienen un alma cálida y acogedora como la tuya...
Abrazos
Muchísimas gracias a todos y muchos besos por vuestra complicidad.
ResponderEliminarNunca vi nevar pero me paraliza el frío.
ResponderEliminarGracias por acordarte de ellos, los olvidados del mundo.
Tiene razón Toro cuando dice : el maná eres tú.
Un beso, María.