Ahora solo ve
la negrura de la noche
Y una luna alzada,
allá en la altura.
Ahora solo oye
el aullido del viento
que arrastra
harapos calcinados.
Anoche
vio luces oscilantes,
silbido de misiles,
explosiones y gritos
de gentes que corrían.
Humo y estruendo
sobre las casas
que se derrumbaban .
Vio cuerpos rotos.
Y juguetes sin niños
entre el fuego y el fango.
Aún sigue escondido.
El terror.
Sus ocho años enteros,
no lo dejan salir.
Le duele el frío. La soledad.
El hambre.
Le duele,
el donde está papá y mamá,
sus hermanos. Su casa.
No tiene nada.
No tiene a nadie.
Solo tiene una piedra en la mano
para arrojar a un dios inalcanzable...
Ayyyy pibita como duele este poema...es grandioso Llega al alma.
ResponderEliminarcomo todo lo que escribes y desde el lugar que lo escribes.
Mil besos
Otros mil para vos, Elibonita.
EliminarUn poema tremendo, desgarrador, lleno de realidad y tristeza, invitas a la conciencia, a la comprensión , haces de la tristeza , belleza en este poema.
ResponderEliminarTodo mi corazón lleno de los mejores deseos para el pueblo palestino que lleva años siendo masacrado por un gobierno prepotente, que tan solo es una marioneta mas, del verdadero culpable.
El final me encanto, dice mucho.
Un abrazo amiga Soco, se muy feliz
Graciasmil, Jorge. Eres un cielo.
EliminarVerdaderamente desgarrador.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Amapola. El mundo es muy clúel y no aprende...
EliminarSoco, nos hacemos niños mirando, escuchando, sintiendo el terror y la soledad del momento...Duele el poema y duele la realidad que nos muestra. Una preciosura, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi cariño.
Cariños mil para tí, Maje.
EliminarTu poema es una piedra contra esos dioses humanos que tienen el poder y las armas.
ResponderEliminarMi abrazo, poeta. Gustavo
Ojalá pudiera derribarlos, Gus...
EliminarEse Dios es un insensato.
ResponderEliminarBesos.
Sí, no ve, no siente, no escucha...
EliminarBesos.
Tremendo poema y que tristemente sigue siendo actualidad. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es, Chelo. Un abrazo, amiga.
Eliminar- Me puedes contar lo que te pasa… vamos, bueno si quieres, si te apetece.
ResponderEliminar- Lo sé, pero es que no me apetece escucharme una vez más… me aburro a mí misma con la historia.
Entonces… ¿quieres estar en silencio?
- Al menos por un rato…
- Vale, no hablaremos… pero toma esta piedra.
- ¿Y qué hago con ella?
- Lo que quieras.
- ¿Puedo no hacer nada?
- Te he dicho que puedes hacer lo que quieras…
…
- Pues, sabes qué… que hasta la piedra me molesta, me pesa…
- Tírala.
- Tu primero.
(con un ademán amigable lanzó su piedra… unos metros más allá, la piedra aterrizó como encajando en algún lugar)
- Te toca.
(con un ademán violento lanzó su piedra… pero la piedra no aterrizó en ningún lugar)
- Le has dado alas a tu rabia… ¿te has dado cuenta?
- Si…
- Ahora ya no sabrás hasta donde llegará, ni a quién le dará.
Escribí este relato con algo que me pasó una vez.
Perdón por la parrafada, pero me lo has recordado.
Besos pibita.
Muy simbólico. Donde caerá esa piedra?
EliminarTengo deudas contigo, ya te contaré.
Te abrazo, linda.
intenso poema amiga, y ese Dios que no escuche ni ve ve ni nada...... Saludos amiga. Este poema duele....
ResponderEliminarSiempre fiel, Sandra. Milbesos.
EliminarPiedras para los falsos dioses del poder y el dinero. Y abrazo para vos, poeta de la ternura. Manu
ResponderEliminarGracias por el abrazo, Manu. Se necesitan.
EliminarLa desgracia y la vergüenza del mundo "civilizado". Pasó en Bosnia, 1992/1995, y se repite en Palestina...
ResponderEliminarY hay quien emplea tiempo y dinero en ir a visitar los "lugares santos".
Abrazos Soco.
ResponderEliminarMundo civilizado, Ernesto?... Donde?...
Abrazos, sí.Unos cuantos.
Merci pour ce beau poéme. Bisous. Paul
ResponderEliminarToujours, merci et bisous, Paul.
ResponderEliminarUn niño, tantos niños... como años de ignominia. Versos que duelen, que ojalá al poder (del que dios es parte) conmoviera alguna vez... y para siempre.
ResponderEliminarAbrazo, Soco, más que grande.
EliminarGracias, carlos. Abrazo.
La vida así, con sus terribles situaciones en lugares de conflicto, siempre por las ansias de poder del hombre.
ResponderEliminarPrecioso como has versado esta situación. Me ha gustado mucho la quinta estrofa, muy dolorosa, ojalá los niños nunca tuvieran que pasar por esas situaciones.
Un abrazo Soco.
EliminarOtro para ti, Elda.
Imagino que son devastadores los efectos que tienen los conflictos bélicos en niños y niñas.
ResponderEliminarTiembla el alma al leer tu poema tan real...
Un fortísimo abrazo Soco
Abracísimo, Ángela.
EliminarEl sufrimiento de los niños u jóvenes de hoy en los mundos más sometidos y humillados es el odio y la ira de mañana. De consecuencias imprevisibles, aunque se pueden imaginar.
ResponderEliminarUn recuerdo-homenaje por tu parte a la infancia desolada.
Es que la infancia nunca debiera ser desolada... Merci, Fackel.
EliminarSomos los adultos los que corrompemos y despreciamos la inocencia infantil, Dios nada tiene que ver en ello,pero como adultos siempre culpamos a otros de nuestros desmadres
ResponderEliminarUn poema profundo y contingente
Abrazos Soco😊💐
Hablo del Dios del poder y del dinero, Eli. Abrazo.
Eliminarque tristeza siento hoy
ResponderEliminarTe dejo un abrazo lleno de jazmines escritora traviesa
Gracias por los jazmines del abrazo, Muchabonita.
EliminarVaya hombre, así que es Dios quién se dedica a lanzar bombas, y supongo que también estará detrás del entramado político miliar, y de todas las guerras, supongo que tú no sabes quién es el príncipe de este mundo. Perdona por el comentario, pero esa piedra en la mano para "alcanzar" a Dios, jamás se le ocurriría a un niño. Además, Dios es accesible a los hombres, cuando dejes de escribirle una hoja de reclamaciones en cada ocasión que se presenta, entonces a lo mejor puedes. Los niños desamparados de la guerra, ellos pueden contar con la misericordia de Dios.
ResponderEliminarNo te ofendas, Marcos. Me refiero principalmente a ese dios del Poder y del Dinero, y no directamente, al Dios que me enseñaron a amar, en el que dudo, pero no quiero ni deseo ofender.
EliminarVenga, un abrazo, sí?...
Claro, por supuesto. De todas formas yo tengo comprobado que en este mundo pocas cosas escapan a su intención. Y la percepción general que tiene la población de Dios (que yo he tenido) es, bueno, la que es. Esta perfectamente aliñada por los cocineros de este mundo.
ResponderEliminarUn abrazo, claro, es verdad que me duele cada vez que veo a la gente... ¿Aliñada? Y también duele lo inexpugnables que me parecen las posiciones de muchos. No me refiero a la tuya. Te pido disculpas también, debí ser más suave.
No importa. Dijiste lo que sentías en ese momento. Gracias por tu sinceridad.
EliminarQué dolor que me trae y ...
ResponderEliminarQué sufrir me atenaza y ...
Cuántas lágrimas para sostener en las pupilas y...
Y cuánta injusticia ...
Pues sólo son palabras...
(A las mías me refiero, no quiero violentar a nadie)
Tienes arte para expresar lo más duro de tal manera que produce tristeza pero gusta leerlo una y otra vez. Realidad más creuel, imposible)
Gracias Soco, mil gracias.
Anna Babra.
ResponderEliminarMilgracias a ti y un tequiero, Anna.
Terrible, abramos los ojos.
ResponderEliminarAbrazo
Sí, Milena Hay tanto que ver y cambiar en nuestro mundo...
ResponderEliminarCariños.