Ojos brillantes.
Pelo de rizos
y el color del carbón.
-Hoy cumple ocho años
pero él no lo sabe-
Timmy,
negrito desteñido,
sale de su refugio,
un viejo galpón
con el techo de estrellas,
y cruzando
el largo puente de hierro,
entra, en la gran ciudad
de rascacielos.
Es domingo.
Gente muy educada
y con el alma limpia,
sale de la Iglesia.
Y Timmy
extiende su manita,
donde van cayendo monedas
y algún que otro billetito,
azul o rojo,
que alegran sus ojitos
de buen niño...
Cuando el atardecer
se vuelve malva,
regresa a casa -un decir-
silbando
y siguiendo el ritmo con los pies...
pues, a pesar de todo,
aún le late,
un corazón de pajarillo.
Y se siente un Rey Mago,
al volcar los bolsillos
ante mamá
y los hermanos chicos.
Luego, como cada noche,
se va a dormir
al viejo galpón abandonado
con el techo de estrellas.
Y Timmy, negrito desteñido
que hoy ha cumplido ocho años
-aunque él no lo sabe-
cierra los ojitos cansados...
Terrible vida y destino azaroso los de este niño.
ResponderEliminarHay infancias truncadas desde el inicio.
Has bordado el poema.
Un beso enorme, Soco
Un delicado poema, amiga. Muy sentido y real!
ResponderEliminar¡La vida de tantos!
Tal vez a tener en cuenta cuando alguien extiende la mano...
Abrazos Soco.
Por todos los Timmys del mundo y por mi poeta favorita, todas las flores de la primavera.
ResponderEliminarFernando
decir precioso es decir poco.
ResponderEliminarTremendo el contenido de este precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Triste y hermoso poema, a la vez. Mi felicitación, Soco
ResponderEliminarUn abrazo
Fina
Avec mon amour, toujours.
ResponderEliminarBisous et merci, jolie. Paul
Doloroso... cuántos Timmi hay en este mundo.... demasiados.
ResponderEliminarmariarosa
Triste poema amiga, pero a la vez tierno. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarEste poema con ternura queda agravado por el hecho de su condición, la del niño me refiero. Cuántos casos, mientras otros niños de este primer mundo presumido y casposo se quejan de lo que tienen. Pero, en fin, el mundo no se arregla ni con lamentos ni con buenas intenciones. No quiero incidir más en el tema, que ya es duro para quien sufre consecuencias. Un abrazo.
ResponderEliminarHoy todos somos Timmy, aquí, contigo.
ResponderEliminarGracias y besos. De dos. Juan
Alta poesía contra la iniquidad... Te felicito Soco una vez más.
ResponderEliminarAbrazo sin sombrero.
Tu sensibilidad al contarlo consigue que,lo que es una tragedia,lo veamos como un bello cuento. Tods los Tymmis del mundo,si te leyeran (si supieran leer),estarían hoy derramando una lágrima de gratitud a tu empatía con ellos.
ResponderEliminarMe encantó,Socorro.
Un abrazo
La dulzura del poema hace que duela más adentro.
ResponderEliminarTe felicito Soco.
Anna Babra
Toujours la lumière...
ResponderEliminarToujpours bisous et merci.
Paul
Hola mi querida He llegado a un momento de mi vida que me gustaria morirme-Dejar este mundo de mierda y renacer en otro espacio otro planeta.Otra era
ResponderEliminargracias por lo que siempre ma das
Mil gracias a todos. No había podido entrar a contestar.
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